En la inauguración del Foro Virtual 2021 de la EPA se dijo que la mejora global en la calidad de la salud mental requiere estándares internacionales para la medición de los resultados y experiencias reportados por los pacientes. Esta medición es un elemento que debe tener un mayor enfoque en la calidad de vida y en la recuperación funcional.
Por el momento, solo un pequeño número de países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) recopilan regularmente datos sobre indicadores de éxito reportados por los pacientes o recopilados en el ámbito de la atención de la salud mental1, dijo Katherine de Bienassis (OCDE, París, Francia) en la sesión plenaria.
Ella cree que el fomento y coordinación de dichos esfuerzos es clave para crear mediciones significativas para poder realizar comparaciones a nivel nacional e internacional2.
Las voces de los pacientes y cuidadores son vitales para mejorar la calidad de la atención
Colaboración entre profesionales, pacientes y cuidadores
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Cuanto más cerca estén los pacientes de las decisiones respecto a sus tratamientos, mejor será su apego y mejores serán los resultados de dicho tratamiento, dijo Raluca Nica (vicepresidente de GAMIAN Europa) en el foro de la EPA. Desde la perspectiva del paciente, también llamó la atención sobre la necesidad de coordinar la atención primaria y la secundaria, la integración entre la salud mental y la atención social y la continuidad de la atención a lo largo de un episodio de enfermedad y quizá a lo largo del ciclo de vida.
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Urs Würsch, presidente recién electo de la Federación Europea de Asociaciones de Familias de Personas con Enfermedades Mentales (EUFAMI, por sus siglas en inglés), que representa a 25 millones de familias de personas con problemas de salud mental en 23 países europeos, enfatizó la importancia de la contribución de los miembros de la familia, que conocen bien a los pacientes y están en una buena posición para alentarlos a que reciban y se apeguen al tratamiento.
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Stecy Yghemonos (directora ejecutiva de la red Eurocarers) hizo hincapié en la necesidad de que los cuidadores informales también participen en las decisiones respecto al tratamiento. Aunque a menudo se les ignora en la toma de dichas decisiones, los cuidadores son los principales proveedores de apoyo a las personas con problemas crónicos de salud física y mental, ellos están nuevamente en una buena posición para promover el apego al tratamiento, pero al mismo tiempo, también están en una posición de vulnerabilidad a problemas de salud mental. Por todas estas razones, el Sr Yghemonos exhortó a fortalecer la interfaz entre los cuidadores y los profesionales de la salud.
"Mejorar" no debe definirse únicamente por lo que digan los psiquiatras, sino también por lo que piensan los pacientes
¿Un año europeo de la salud mental?
El imperativo ético es ayudar a los pacientes a mejorar, y "mejorar" no debe medirse únicamente por lo que pensamos, sino también por lo que piensan los pacientes, aseguró Philip Gorwood (presidente de la EPA).
Dada la importancia de proporcionar los tratamientos preferidos reportados por los pacientes, el Dr Gorwood recomendó a todos a participar en la encuesta de embajadores en curso del Foro de la EPA sobre el modelo de decisión compartida.
Al principio de la sesión, John Ryan (Comisión Europea, Luxemburgo) describió una iniciativa de la UE para fomentar la difusión de las mejores prácticas, incluyendo la prevención de la mala salud a través de servicios comunitarios centrados en el paciente, la reducción de la tasa de suicidios y un enfoque gradual para el manejo de la depresión.
Argumentó que los principios de universalidad, equidad y solidaridad deben ser la base de la prestación de atención de la salud mental. Lamentablemente, reconoció que la pandemia de COVID ha hecho mucho para socavar el avance en todas estas áreas.
El tratamiento de las enfermedades mentales existentes está interrumpido y se han creado nuevos problemas.
Las desigualdades existentes para acceder a una atención médica se han exacerbado, el tratamiento de las personas con problemas de salud mental existentes está interrumpido y dichas desigualdades son mayores en los más vulnerables a infecciones, y el aislamiento social y el miedo han provocado un aumento de ansiedad y depresión.
Nunca antes se había prestado tanta atención a la necesidad de contar con servicios de salud mental y al fomento de la resiliencia y otros medios de prevención. Un paso positivo que se está impulsando es la designación de un Año Europeo de la Salud Mental3.
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