Sigue habiendo necesidades insatisfechas en el tratamiento de pacientes con trastorno depresivo mayor (TDM) y muchos pacientes reportan un bajo nivel de salud, incluida una mala calidad de vida y funcionamiento general, pese al tratamiento con antidepresivos.1–3 Proporcionar la mejor atención posible podría requerir una visión más granular de la condición. Identificar y abordar dimensiones específicas del TDM puede conducir a mejores resultados reportados por los pacientes, lo que provocaría su recuperación funcional completa.4 Este tema fue abordado por un panel de expertos presidido por el Profesor Roger McIntyre (Universidad de Toronto, Canadá) en un simposio celebrado en el 36º Congreso Anual del Colegio Europeo de Neuropsicofarmacología (ECNP) en Barcelona, donde la Dra. Stavroula Bargiota (Universidad Aristóteles de Tesalónica, Grecia), el Profesor Andrea Fagiolini (Universidad de Siena, Italia) y la Dra. Nina Schweinfurth-Keck (Clínicas Psiquiátricas Universitarias, Basilea, Suiza) profundizaron en la importancia clínica de la anhedonia en la depresión, la distinción entre anhedonia y aplanamiento emocional.
El trastorno depresivo mayor (TDM), también conocido como depresión clínica, es una afección de salud mental debilitante caracterizada por síntomas que abarcan los dominios emocional, cognitivo y físico. Estos incluyen depresión persistente o mal humor, pérdida de placer, fatiga, deterioro de la función cognitiva y alteraciones del sueño o del apetito.5
¿Cuáles son los desafíos de la anhedonia en el trastorno depresivo mayor (TDM)?
La anhedonia es un síntoma central del TDM, que se refiere a un debilitamiento significativo del interés o placer en respuesta a estímulos que previamente se percibían como gratificantes.6 Se asocia con alteraciones de las vías del circuito central de recompensa dopaminérgico, que están involucradas con el impulso hedónico, motivación, cognición y percepción.7 Los estudios clínicos han encontrado que más del 82 % de los pacientes con TDM reportaron haber experimentado anhedonia.8
La anhedonia aumenta la carga del TDM y se ha demostrado que produce una disminución de la calidad de vida (CdV), del funcionamiento general y de la respuesta al tratamiento en pacientes con TDM.9-11 Es un fuerte predictor de deterioro del funcionamiento psicosocial y persiste a pesar de que los pacientes logran una respuesta sintomática al tratamiento antidepresivo.11 Específicamente, se asocia con:12
- Retiro social
- Deterioro social
- Reactividad del estado de ánimo
- Cavilando sobre eventos pasados
- Variaciones diurnas del humor
Además, el efecto de la anhedonia en la salud mental puede tener un impacto negativo en la salud física del paciente. Esto puede disminuir su motivación para realizar actividades físicas y ejercicio, lo que lleva a una reducción tanto en la frecuencia como en la duración de la actividad física moderada.13
Si bien se ha demostrado que la anhedonia aumenta el riesgo de tendencias suicidas,14 predice resultados adversos del tratamiento con terapias antidepresivas,10 al igual que predice negativamente el tiempo hasta la remisión con el tratamiento con inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS).15 Los estudios han destacado las diferencias entre la anhedonia reportados por los pacientes y la evaluada por los médicos, así como sus efectos en su función y calidad de vida, lo que indica que los médicos pueden estar subestimando la prevalencia y la gravedad de la anhedonia en sus pacientes con TDM.9 Evidentemente, la anhedonia no es sólo un signo potencial de la gravedad del TDM, sino que también podría representar un objetivo de tratamiento importante en el tratamiento más amplio del TDM.
Algunos tratamientos farmacológicos se han asociado con mejoras en la anhedonia. En una revisión sistemática utilizando datos de 17 estudios elegibles, se evaluó los efectos de los tratamientos farmacológicos sobre las medidas de anhedonia entre adultos con TDM, concluyendo que los antidepresivos monoaminérgicos, los agentes glutamatérgicos, los psicodélicos y los estimulantes están relacionados en diversos grados, con mejoras en la anhedonia.16
La anhedonia no es sólo un marcador potencial de la gravedad del TDM, sino que también podría representar un importante objetivo terapéutico en el tratamiento más amplio del TDM.
Anhedonia y aplanamiento afectivo: distinciones e implicaciones para el tratamiento antidepresivo
El aplanamiento afectivo se refiere a la incapacidad de sentir emociones positivas o negativas, desapego o disminución de la capacidad de respuesta emocional, siendo muy común en personas con depresión, y casi la mitad de los pacientes con MMD.9-17 Los pacientes con anhedonia también pueden experimentar aplanamiento afectivo. Sin embargo, con aplanamiento afectivo, tanto las emociones positivas como las negativas se reducen a estímulos externos.9
Casi la mitad de los pacientes con TDM experimentan aplanamiento afectivo.17
Los pacientes con TDM y aplanamiento afectivo reportan graves daños en su funcionamiento, con efectos negativos que afectan su vida laboral, familiar, social y su calidad de vida general.9 Además, el aplanamiento afectivo es el predictor más fuerte de la disfunción del paciente y, al igual que la anhedonia, parece ser subestimado por los médicos, ya que los pacientes reportan mayor gravedad e impacto en el funcionamiento y la calidad de vida que sus médicos.9
Casi la mitad de los pacientes con TDM consideraban que los antidepresivos eran la causa de aplanamiento afectivo y casi el 40 % había considerado suspenderlos o había dejado de tomarlos debido a efectos secundarios emocionales.9
Parece haber un cambio de paradigma en curso hacia la construcción de una imagen más compleja del TDM, no como una condición específica, sino como un conjunto de padecimientos. Una mejor comprensión de estas dimensiones específicas y el desarrollo de tratamientos dirigidos a ellas pueden ayudar a mejorar los resultados reportados por los pacientes.⁴
El apoyo financiero educativo para este Simposio Satélite fue proporcionado por H. Lundbeck A/S.